Antes de tatuarnos, todos tenemos preguntas

En Drop el proceso de reserva varía en función del tipo de tatuaje que desees realizar, ya que no todos los trabajos requieren la misma planificación. Si se trata de tatuajes pequeños, simples o de tamaño reducido, normalmente podemos ofrecerte una cita de un día para otro o incluso en el mismo día, dependiendo de la disponibilidad del artista. En cambio, los tatuajes más grandes, detallados o de estilo complejo requieren un proceso previo de conversación con nuestro manager, quien se encargará de coordinar las fechas, valorar el proyecto y asignarte el tatuador más adecuado para el tipo de trabajo. Este paso es importante para garantizar que cada tatuaje reciba el tiempo y la atención necesarios. En todos los casos, la reserva debe realizarse siempre a través de nuestro sistema de reservas online, que es totalmente gratuito y no requiere tarjeta de crédito. El sistema te permite introducir tus datos, una descripción de tu idea y seleccionar tus preferencias de fecha. Este procedimiento nos ayuda a mantener un control organizado de las solicitudes y a ofrecerte una atención personalizada desde el primer momento. El sistema está diseñado para ser sencillo, rápido y seguro, y puede utilizarse desde cualquier dispositivo móvil o ordenador sin necesidad de descargar ninguna aplicación. Una vez que recibimos tu solicitud a través del sistema de reservas, el equipo de Drop se pondrá en contacto contigo personalmente para resolver cualquier duda que tengas, confirmar la disponibilidad de fechas y, si es necesario, agendar una primera visita al estudio. En esa cita previa podrás hablar directamente con el tatuador o con el manager, revisar el diseño, comentar el tamaño, la ubicación en el cuerpo y cualquier otra cuestión relacionada con tu tatuaje. Nuestro objetivo es que llegues al día de tu sesión con toda la información clara, sin dudas y con la tranquilidad de saber que estás en manos de profesionales.

La antelación necesaria para reservar una cita depende directamente del tipo y tamaño del tatuaje. En el caso de los tatuajes pequeños, normalmente no es necesario reservar con mucha anticipación; en muchos casos se pueden agendar de un día para otro, según la disponibilidad del tatuador. Los tatuajes de tamaño medio suelen requerir una pequeña organización previa, por lo que recomendamos reservar con unos pocos días de antelación para poder ajustar horarios y revisar el diseño si es necesario. En cambio, los tatuajes grandes o por sesiones sí suelen necesitar una planificación con varios días o incluso semanas de antelación, ya que implican más tiempo de trabajo, preparación de diseño y coordinación entre cliente y tatuador. Lo ideal es contactar lo antes posible cuando tengas clara tu idea, para que podamos asignarte la fecha que mejor se adapte a tu disponibilidad y al calendario del artista.

En Drop entendemos que pueden surgir imprevistos y que a veces es necesario cambiar o cancelar una cita, aunque el procedimiento puede variar dependiendo del tipo de tatuaje. En el caso de tatuajes pequeños o de una sola sesión, generalmente no hay problema en modificar la fecha, siempre que nos avises con antelación razonable. En esos casos, simplemente te recomendamos contactar con el manager de Drop, quien se encargará de revisar la disponibilidad del tatuador y reprogramar tu cita sin complicaciones. Cuando se trata de tatuajes grandes, por partes o proyectos que requieren varias sesiones, los cambios pueden ser más complejos. Estas citas suelen planificarse con más tiempo y requieren una preparación previa por parte del artista, por lo que modificar la fecha puede generar fricción en la planificación general del estudio. Aun así, siempre intentaremos ofrecerte una alternativa, aunque dependerá de la disponibilidad del tatuador y del calendario de trabajo en curso. En caso de cancelar la cita de forma definitiva, te recordamos que la información relativa a las señales y a las condiciones de devolución se encuentra detallada en la política de devoluciones incluida en este mismo documento.

Sí, la señal se descuenta íntegramente del precio final del tatuaje. El importe que se deja como reserva se considera un anticipo a cuenta, destinado a asegurar la cita y reservar el tiempo del tatuador. El día de la sesión, ese importe se resta del total acordado, de manera que solo abonas la parte pendiente al finalizar el trabajo. Este sistema garantiza compromiso por ambas partes y ayuda a organizar la agenda de forma justa y profesional. Por ejemplo, si el tatuaje tiene un precio total de 100€ y dejas una señal de 30€ al hacer la reserva, el día de la sesión solo tendrás que abonar los 70€ restantes al finalizar el trabajo. En caso de reprogramar la cita con la antelación suficiente, la señal sigue siendo válida y se aplica al nuevo día acordado. Solo se pierde si la cancelación se realiza sin aviso o fuera de los plazos establecidos en nuestras políticas de reserva.

Sí, puedes modificar el diseño después de hacer la reserva, siempre que se trate de ajustes pequeños o detalles menores, como el tamaño, la orientación o ligeras variaciones en el trazo. Estos cambios se pueden revisar sin problema antes de la sesión y forman parte del proceso habitual de preparación. Sin embargo, cuando los cambios son grandes o implican un rediseño completo, puede ser necesario realizar una nueva valoración del trabajo. En esos casos, el tatuador deberá revisar nuevamente el diseño, ajustar tiempos y presupuesto, y posiblemente reprogramar la cita para garantizar un resultado óptimo. Lo más recomendable es comunicar cualquier cambio con antelación al manager o al tatuador, para que el diseño final esté listo y aprobado antes del día de la sesión. Así aseguramos que el proceso sea fluido y que el resultado final refleje exactamente lo que buscas.

Hay 15 min de cortesía. Retrasos mayores podrían acortar la sesión o reprogramarse.

La duración de una sesión de tatuaje depende principalmente del tamaño, el nivel de detalle y la zona del cuerpo donde se realice. En la mayoría de los casos, las sesiones suelen durar entre 2 y 5 horas, aunque los tatuajes pequeños o minimalistas pueden completarse en menos tiempo, y los proyectos grandes o con mucho sombreado pueden requerir varias jornadas de trabajo. Antes de comenzar, el tatuador te explicará cuánto tiempo aproximado se necesitará para tu diseño, teniendo en cuenta factores como el estilo, la técnica y el tipo de piel. En proyectos de mayor tamaño, es habitual dividir el trabajo en varias sesiones para evitar una sobrecarga de la piel y asegurar una cicatrización adecuada entre una y otra. El objetivo es que cada sesión se desarrolle en un entorno cómodo, controlado y sin prisas, permitiendo al tatuador trabajar con precisión y al cliente mantener una buena tolerancia durante todo el proceso.

La cantidad de sesiones necesarias depende principalmente del tamaño, la complejidad y el nivel de detalle del tatuaje. En general, los tatuajes pequeños o de trazos simples se realizan siempre en una sola sesión, ya que el tiempo de trabajo es corto y la piel puede tolerar el procedimiento completo sin problema. En el caso de los tatuajes de tamaño medio, especialmente si incluyen sombreado o algo de color, es posible que se necesiten dos sesiones. Esto permite trabajar con más precisión y dejar tiempo para que la piel descanse entre una y otra, garantizando una mejor fijación del pigmento y un acabado más uniforme. Por último, los tatuajes grandes, con mucho detalle o con amplias áreas de color, suelen requerir varias sesiones, que se programan con un intervalo de 2 a 4 semanas entre cada una para permitir la correcta cicatrización. Cada proyecto se evalúa individualmente, y el tatuador te indicará el número estimado de sesiones tras revisar el diseño y la zona a tatuar. El objetivo es siempre lograr el mejor resultado posible, cuidando tanto la piel como la calidad final del tatuaje.

Sí, durante las sesiones hacemos pausas breves siempre que sea necesario. Estas pausas sirven para hidratarte, comer algo ligero y revisar el progreso del tatuaje. La duración y frecuencia dependen del tamaño del tatuaje y de cómo te sientas durante la sesión. En trabajos largos, los descansos son importantes para que tanto el cliente como el tatuador mantengan la concentración y la comodidad. Además, permiten estirar el cuerpo y evitar la fatiga o la rigidez en la zona tatuada. El tatuador ajustará el ritmo según tus sensaciones, de modo que puedas tomarte un descanso cuando lo necesites. Lo más importante es que la experiencia sea llevadera y el resultado final se consiga con calma y precisión.

En Drop la programación de las sesiones depende principalmente del tamaño y la complejidad del tatuaje. Cuando se trata de tatuajes pequeños o de una sola pieza, normalmente no es necesario esperar demasiado tiempo entre un tatuaje y otro, incluso si se realizan en zonas cercanas. En estos casos, el cuerpo se recupera rápidamente y el proceso de cicatrización es sencillo, lo que permite realizar otro tatuaje en pocos días, siempre que la piel no esté irritada ni sensible. En cambio, cuando hablamos de tatuajes grandes, por partes o que requieren varias sesiones, solemos dejar un intervalo de entre 2 y 4 semanas entre cada sesión. Este tiempo permite que la piel cicatrice correctamente, que el pigmento se asiente bien y que el artista pueda trabajar sobre una superficie en óptimas condiciones. Además, este margen ayuda a evitar posibles complicaciones como irritaciones o sobrecargas en la zona tatuada. Durante ese período, es fundamental seguir las instrucciones de cuidado y curación indicadas por el tatuador para que la siguiente sesión pueda realizarse sin problemas. A nivel técnico, no existe un margen de tiempo estrictamente obligatorio entre tatuajes, ya que cada persona cicatriza de manera diferente y la tolerancia al dolor también influye. Algunos clientes prefieren espaciar más las sesiones para recuperarse mejor, mientras que otros optan por avanzar más rápido si su piel y su nivel de confort lo permiten. En Drop nos adaptamos a cada caso, evaluando el estado de la piel y las sensaciones del cliente antes de programar la siguiente cita. Lo importante es no forzar el proceso y asegurar que cada sesión se realice sobre una piel completamente recuperada para garantizar un resultado limpio, uniforme y duradero.

Recomendamos llegar entre 10 y 15 minutos antes de tu cita. Este tiempo previo es necesario para realizar la preparación inicial, firmar el consentimiento informado y dejar que el tatuador o el manager te expliquen los últimos detalles sobre el diseño, la ubicación y el tamaño del tatuaje. Además, ese margen nos permite colocar correctamente el stencil sobre la piel, revisar que todo esté en orden y asegurarnos de que te sientas cómodo antes de comenzar la sesión. Durante esos minutos previos también puedes tomarte un café, una bebida o simplemente relajarte y charlar con nuestro manager o con el artista. La idea es que llegues tranquilo, sin prisas, y con la mente enfocada en disfrutar de la experiencia. Un tatuaje no es solo un procedimiento técnico, sino también un momento personal, y queremos que lo vivas de la forma más agradable posible. Lo más importante es que disfrutes de la sesión, confíes en el proceso y te sientas a gusto en el estudio. Nuestro equipo se encargará de todo lo demás: preparar el espacio, esterilizar los materiales y asegurarse de que cada detalle esté listo para que tu tatuaje salga perfecto. Llegar con un poco de antelación ayuda a que todo fluya de manera natural y sin estrés, garantizando una experiencia profesional, segura y positiva.

Por supuesto. Durante la sesión podrás ver el progreso de tu tatuaje en todo momento. Nuestro equipo trabaja con una iluminación intensa y directa, de modo que tanto el tatuador como el cliente puedan ver claramente el avance del trabajo. Si en cualquier momento deseas detener la sesión para observar el resultado parcial o comentar algún detalle, puedes pedirlo sin problema. Es tu tatuaje y tu piel, y queremos que te sientas completamente involucrado en el proceso. Los tatuadores tienen una gran sensibilidad hacia la satisfacción del cliente, por lo que valoran mucho el feedback durante la sesión. Esto nos permite ajustar pequeños detalles si es necesario y asegurarnos de que el resultado final cumple exactamente con tus expectativas. La comunicación entre artista y cliente es clave para conseguir un tatuaje del que ambos estén orgullosos. En el caso de los tatuajes pequeños o de una sola sesión, el proceso suele ser tan rápido que casi no hay pausas para revisar, aunque igualmente podrás observar cómo se va completando. En cualquier caso, el ambiente de trabajo está pensado para que te sientas cómodo, informado y partícipe del resultado, disfrutando de la experiencia desde el primer trazo hasta el último detalle.

El momento del pago depende del tamaño y la complejidad del tatuaje. En el caso de tatuajes grandes o proyectos que requieren varias sesiones, se solicita una señal previa para confirmar la cita y reservar el tiempo del tatuador. Esta señal garantiza tu plaza en el calendario y se descuenta del importe total del tatuaje una vez realizada la sesión. El resto del pago se abona el día de la sesión, al finalizar el trabajo, tras revisar y confirmar que todo esté conforme. Para los tatuajes pequeños o de una sola sesión, no se requiere señal y el pago se realiza íntegramente al finalizar la sesión. De esta manera, el proceso es rápido, sencillo y transparente.

Aceptamos tarjeta, efectivo, Bizum, PayPal y Stripe, para que puedas elegir el método de pago que te resulte más cómodo. También es posible realizar transferencias bancarias para anticipos o reservas, siempre avisando con antelación si necesitas una factura o comprobante. Todos los sistemas que utilizamos son seguros y verificados, tanto para pagos presenciales como online. Nuestro objetivo es que el proceso sea ágil, transparente y sin complicaciones, adaptándonos a las preferencias de cada cliente. Si tienes algún requerimiento especial respecto al método de pago o necesitas coordinarlo con el manager antes de la cita, simplemente comunícalo al hacer la reserva y te indicaremos la mejor forma de gestionarlo.

El precio de un tatuaje depende del tamaño, el nivel de detalle, la complejidad del diseño y la zona del cuerpo donde se realice. Por eso, no trabajamos con tarifas fijas, sino que preparamos un presupuesto personalizado después de revisar tu idea. De esta manera, garantizamos que el precio refleje con precisión el tiempo, el esfuerzo y los materiales que requiere cada trabajo. En nuestra web puedes encontrar precios orientativos que te ayudarán a hacerte una idea del coste aproximado de tu tatuaje. Esos precios sirven como referencia inicial y, en la mayoría de los casos, si el tatuaje se realiza tal cual fue planteado, el precio no se modifica. Sin embargo, si el cliente decide ampliar el tamaño, añadir color o introducir cambios significativos en el diseño, el precio puede ajustarse en función del nuevo alcance del trabajo. Creemos en una comunicación transparente desde el primer momento, donde tanto el cliente como el tatuador participen en definir la idea final. Cuanto más detallada sea la descripción del diseño —medidas, estilo, color, zona del cuerpo—, más fácil será ofrecer un presupuesto justo y definitivo. En resumen, la tranquilidad de tener un precio cerrado y claro mejora toda la experiencia, permitiendo disfrutar de la sesión con total confianza y sin sorpresas.

Sí, emitimos factura para todos los servicios y siempre en formato digital. Para ello, necesitamos que nos facilites tus datos fiscales —nombre o razón social, DNI/NIF y dirección— al reservar o el mismo día de la sesión. Todas las facturas las gestiona y envía nuestro contable tras finalizar la sesión y recibir el pago. El envío se realiza exclusivamente por email al correo que nos indiques. Si necesitas que la factura sea a nombre de empresa o autónomo, coméntalo con antelación al manager para trasladar los datos al contable y emitirla correctamente por correo electrónico.

La señal no es reembolsable. Esta señal tiene la función de reservar el tiempo del tatuador y el espacio de trabajo, bloqueando una cita que podría haber sido asignada a otro cliente. Por ese motivo, si se cancela la cita sin causa justificada o con poca antelación, el importe no puede devolverse. Existen, no obstante, situaciones excepcionales en las que se puede valorar la devolución o el cambio de fecha, como problemas médicos debidamente acreditados o incidencias imputables al estudio (por ejemplo, una cancelación forzada por parte del artista). En esos casos, el equipo revisará cada situación de manera individual y ofrecerá una solución justa y razonable. En cualquier circunstancia, lo más recomendable es comunicar cualquier cambio lo antes posible para poder reorganizar la cita sin perder la señal.

En Drop entendemos que cada tatuaje es distinto, y por eso también ofrecemos opciones de pago adaptadas al tipo de trabajo que vayas a realizarte. En el caso de tatuajes pequeños o de una sola sesión, el pago se realiza en un único abono al finalizar el tatuaje, ya que suelen ser trabajos de corta duración que se completan en el mismo día. Sin embargo, cuando se trata de tatuajes grandes, proyectos por partes o piezas que requieren varias sesiones, solemos dividir el pago según el número de sesiones acordadas, de modo que solo pagues por la parte que se realiza en cada cita. Este sistema permite distribuir el coste total de manera más cómoda, manteniendo la transparencia en todo momento. De todos modos, recomendamos siempre hablar directamente con el manager de Drop antes de comenzar el proyecto, especialmente si se trata de un tatuaje de gran tamaño o de un diseño personalizado que requiera planificación previa. El manager te explicará las condiciones específicas del presupuesto, los plazos y las opciones de pago disponibles, adaptándose a tus necesidades y garantizando una gestión clara y profesional desde el inicio. En algunos casos, también puede acordarse un pago inicial de reserva para asegurar la cita o bloquear una fecha determinada, aunque este importe se descuenta siempre del precio final del tatuaje.

Sí, podemos crear un diseño completamente desde cero, adaptado a tu estilo, tus gustos y la zona del cuerpo donde quieras tatuarte. Solo necesitas traer referencias, imágenes o ideas que nos ayuden a entender el concepto que tienes en mente: puede ser una foto, un dibujo, un boceto o incluso una descripción verbal. A partir de eso, el tatuador desarrollará una propuesta personalizada, ajustando los detalles artísticos para que encaje perfectamente contigo. Durante el proceso, podrás revisar y comentar el diseño antes de la sesión, haciendo las modificaciones necesarias hasta que estés completamente satisfecho con el resultado final. El objetivo es crear una pieza única, equilibrando tu idea con la visión y la experiencia del artista. Cada tatuador del estudio tiene su propio estilo y enfoque artístico, por lo que también podemos orientarte sobre quién es el más adecuado para el tipo de diseño que buscas —ya sea realismo, minimalismo, blackwork o cualquier otro estilo—. En definitiva, tu idea se convierte en el punto de partida para un tatuaje único, exclusivo y hecho a medida para ti.

El proceso incluye todas las revisiones y ajustes razonables previos a la sesión, es decir, pequeñas modificaciones relacionadas con el tamaño, la colocación o detalles menores del diseño. Estas revisiones forman parte natural del trabajo del tatuador y se realizan para asegurarnos de que estés completamente satisfecho antes de empezar la sesión. Sin embargo, cuando se solicitan cambios grandes o rediseños completos —por ejemplo, modificar de forma significativa el concepto original o rehacer el dibujo desde cero—, estos pueden implicar un coste adicional, ya que requieren tiempo extra de preparación y diseño. En esos casos, el tatuador o el manager te informarán con antelación para acordar las condiciones antes de continuar. El objetivo es que el proceso sea flexible, claro y colaborativo, permitiendo los ajustes necesarios sin afectar la calidad ni los tiempos del trabajo. Queremos que llegues al día del tatuaje con una idea perfectamente definida y con total confianza en el resultado final.

Sí, traer referencias es totalmente recomendable y nos ayuda mucho a entender mejor el estilo, el tamaño y la composición que tienes en mente. Puedes traer imágenes, bocetos, tatuajes de otros artistas o cualquier ejemplo visual que sirva como punto de partida para inspirar el diseño. Las referencias no se copian de forma literal, sino que sirven para alinear expectativas y adaptar la idea a tu piel y a tu estilo personal. A partir de esas imágenes, el tatuador podrá crear una propuesta única y personalizada, respetando las proporciones, los detalles y la ubicación que mejor se ajusten a tu cuerpo. Cuanta más información o ejemplos nos proporciones, más fácil será conseguir el resultado que buscas. Por eso, te animamos a traer tus referencias y comentarlas con el manager o el artista antes de la sesión, para que el diseño final refleje exactamente lo que quieres.

Sí, realizamos tanto tatuajes de cover-up (cubrir tatuajes antiguos) como retoques de piezas existentes, siempre previa valoración individual del tatuaje original. Antes de aceptar un cover, es fundamental evaluar el diseño actual, el color, la saturación, la antigüedad y la ubicación en la piel, ya que estos factores determinan las posibilidades de cobertura y el tipo de diseño que puede aplicarse encima. No todos los tatuajes pueden cubrirse completamente, pero en la mayoría de los casos se puede rediseñar o integrar el tatuaje antiguo en una nueva composición, logrando un resultado estético y equilibrado. En el caso de los retoques, también realizamos trabajos sobre tatuajes antiguos, ya sean realizados en nuestro estudio o en otro lugar. Dependiendo del estado de la piel y del pigmento, se puede reavivar el color, definir líneas o mejorar el sombreado, recuperando el aspecto original del tatuaje. Para valorar correctamente cada caso, recomendamos solicitar una reserva, rellenar el formulario de contacto o llamarnos directamente. Así podremos analizar tu tatuaje actual y orientarte sobre las mejores opciones para realizar el cover o el retoque. En este tipo de trabajos, la planificación y la comunicación son esenciales, ya que cada pieza requiere un enfoque personalizado para obtener el mejor resultado posible.

El diseño final del tatuaje se muestra siempre antes de la sesión, aunque el momento exacto puede variar según el artista y el tipo de tatuaje. En muchos casos, especialmente con tatuajes pequeños o sencillos, el diseño se presenta el mismo día de la cita, justo antes de empezar. Esto permite hacer pequeños ajustes sobre la marcha, como modificar el tamaño, la orientación o los detalles menores, hasta que estés completamente conforme con el resultado. Para proyectos más grandes, complejos o personalizados, el tatuador puede compartir el diseño con antelación, generalmente unos días antes de la sesión. En esos casos, es habitual mantener comunicación directa con el manager, que coordina los tiempos y se asegura de que todo el proceso sea fluido y claro. Lo más importante es que siempre tendrás la oportunidad de ver, revisar y aprobar el diseño final antes de tatuarte. El proceso se lleva con total naturalidad y transparencia, buscando que te sientas seguro y satisfecho con el resultado antes de comenzar la sesión.

El estudio cumple con todos los protocolos de higiene y seguridad exigidos por la normativa sanitaria vigente. Cada sesión se realiza en un área desinfectada y perfectamente acondicionada, preparada antes y después de cada cliente. Todos los materiales que entran en contacto con la piel —como agujas, guantes, grips y envases de tinta— son desechables y de un solo uso, y se eliminan inmediatamente en contenedores homologados para residuos biológicos. Los equipos reutilizables, como las máquinas o cables, se protegen con fundas desechables y se limpian con desinfectantes de uso hospitalario tras cada sesión. Durante todo el proceso, los tatuadores trabajan con guantes nuevos, superficies protegidas y herramientas esterilizadas, siguiendo un protocolo estricto que garantiza la máxima seguridad. Además, el estudio cuenta con aprobación y control sanitario, pasando revisiones periódicas oficiales que certifican el cumplimiento de las condiciones higiénico-sanitarias. El estudio está asegurado por Zurich, lo que refuerza nuestro compromiso con la seguridad y la transparencia hacia los clientes. Todo el equipo posee el certificado higiénico-sanitario, acreditación obligatoria que garantiza la formación y competencia en materia de higiene, prevención de riesgos y manejo seguro de materiales. En conjunto, estos procedimientos aseguran un entorno profesional, limpio y controlado, donde cada detalle está pensado para proteger la salud y ofrecer la mejor experiencia posible.

Sí, todas las agujas y puntas utilizadas son completamente nuevas, estériles y de un solo uso. Cada aguja viene envasada individualmente y esterilizada de fábrica, y se abre siempre delante del cliente justo antes de comenzar la sesión, para que puedas comprobarlo personalmente. Después de su uso, las agujas se desechan inmediatamente en contenedores homologados para residuos biológicos, siguiendo los protocolos sanitarios establecidos. Nunca se reutilizan ni se manipulan fuera de las condiciones seguras. Este procedimiento garantiza una higiene absoluta y una seguridad total en cada tatuaje. Es una de las normas básicas e innegociables del estudio y una muestra del compromiso con la salud, la profesionalidad y la transparencia en todo el proceso.

La gestión de residuos en el estudio se realiza siguiendo protocolos sanitarios estrictos y con proveedores autorizados. Todos los residuos punzantes y biológicos, como agujas, guantes, gasas o material contaminado, se depositan en contenedores homologados de seguridad y son recogidos periódicamente por empresas especializadas en la eliminación de residuos sanitarios. Este proceso garantiza que ningún elemento de riesgo entre en contacto con el entorno ni con otras personas, cumpliendo con la normativa vigente en materia de salud pública. El resto de materiales, como plásticos protectores, envoltorios o envases, se clasifican y separan para su reciclaje o eliminación adecuada. Se utilizan productos de limpieza y desinfección certificados, priorizando aquellos que ofrecen eficacia sanitaria con el menor impacto ambiental posible. Cada tatuador es responsable de mantener su área de trabajo limpia y libre de residuos durante y después de cada sesión, asegurando un entorno seguro tanto para el cliente como para el equipo. Además, el estudio es excepcionalmente sensible con la ecología y la sostenibilidad. Se busca reducir el consumo de plásticos innecesarios, optimizar el uso de materiales y colaborar con proveedores que compartan una filosofía de respeto al medio ambiente. La combinación de seguridad sanitaria y compromiso ecológico forma parte esencial del funcionamiento diario, garantizando que la práctica del tatuaje sea segura, responsable y sostenible.

En Drop la desinfección es una parte fundamental de nuestro trabajo diario. Todas las máquinas, superficies, camillas y zonas de trabajo se desinfectan cuidadosamente después de cada sesión, sin excepción. Utilizamos productos homologados de uso sanitario, los mismos que se emplean en entornos médicos, para garantizar la eliminación total de bacterias, virus y cualquier posible contaminante. Cada tatuador limpia y desinfecta su espacio inmediatamente después de terminar con un cliente, antes de preparar el área para la siguiente cita. Los materiales que entran en contacto con la piel, como agujas, grips desechables, guantes o envases de tinta, son de un solo uso y se desechan tras cada sesión en contenedores específicos para residuos biológicos. Los equipos reutilizables, como las máquinas o cables, se cubren con fundas protectoras de plástico durante el tatuaje y se limpian después con desinfectantes virucidas de grado hospitalario. Además, las bandejas, botellas y superficies de apoyo se cubren con film protector que se cambia cada vez que entra un nuevo cliente. El estudio completo se limpia y ventila varias veces al día, y realizamos una desinfección general profunda al final de cada jornada. Este protocolo no es opcional: forma parte de las normas internas de Drop y se revisa regularmente para mantener los estándares más altos de higiene y seguridad. De esta forma, garantizamos que cada cliente se tatúe en un entorno seguro, estéril y perfectamente preparado, cumpliendo con toda la normativa sanitaria vigente.

Sí, el estudio cuenta con todas las certificaciones y licencias sanitarias exigidas por la normativa vigente en Barcelona y en el resto de España. Operamos bajo las autorizaciones oficiales de sanidad, lo que garantiza que nuestras instalaciones, protocolos de trabajo y materiales cumplen con los estándares requeridos por la administración pública. Todos los productos, tintas y materiales que utilizamos son certificados y homologados para su uso en piel humana, y nuestro equipo posee el certificado higiénico-sanitario obligatorio, acreditación que garantiza la formación profesional en higiene, esterilización, prevención de riesgos y manipulación segura de material biológico. Además, el estudio dispone de seguro de responsabilidad civil vigente, lo que añade una capa adicional de protección tanto para nuestros clientes como para el personal. Toda la documentación oficial, licencias y certificaciones se encuentran disponibles en el estudio y pueden ser consultadas por cualquier cliente que lo solicite, como muestra de nuestro compromiso con la transparencia, la seguridad y la legalidad en cada procedimiento.

En caso de que se produzca una reacción adversa durante el tatuaje, el procedimiento se interrumpe de inmediato y el tatuador aplica las medidas básicas de primeros auxilios, evaluando la situación con calma y seguridad. Las reacciones más comunes suelen ser leves —como mareos, bajadas de tensión o irritaciones cutáneas— y pueden resolverse rápidamente con descanso, hidratación y observación. Si el tatuador detecta signos de una reacción alérgica, inflamación inusual o cualquier indicio de complicación médica, se procede a derivar al cliente a un centro médico o servicio de urgencias para recibir atención profesional. En ningún caso se continúa la sesión si existe riesgo para la salud del cliente. El estudio mantiene protocolos claros de actuación y derivación, y todo el personal está formado para responder con rapidez y responsabilidad ante cualquier incidente. La prioridad absoluta es la seguridad y el bienestar del cliente, por lo que se actúa siempre con prudencia y rigor sanitario.

Sí, dormir bien la noche anterior a tu sesión de tatuaje es fundamental. Un buen descanso ayuda a que el cuerpo esté relajado, con la energía suficiente y con una mejor tolerancia al dolor, lo que hace que la experiencia sea mucho más cómoda y llevadera. Cuando el cuerpo está descansado, también se recupera mejor y cicatriza más rápido, ya que el sistema inmunológico trabaja de forma más eficiente. Por el contrario, trasnochar o acudir con falta de sueño puede aumentar la sensibilidad, el nerviosismo y la fatiga, lo que hace que el proceso se sienta más largo o incómodo de lo necesario. Además, un cuerpo cansado responde peor al estrés y puede sangrar un poco más durante el tatuaje. La idea es que el tatuaje sea una experiencia positiva, relajante y para recordar, así que lo mejor que puedes hacer es dormir bien, comer algo ligero e hidratarte adecuadamente antes de venir. Llegar descansado no solo mejora el resultado físico del tatuaje, sino también la forma en que lo disfrutas.

Se recomienda no consumir alcohol durante las 24 horas previas a la sesión de tatuaje, ya que el alcohol fluidifica la sangre, lo que puede provocar mayor sangrado durante el proceso. Esto no solo dificulta el trabajo del tatuador —porque la tinta no se fija igual en una piel que sangra más de lo habitual—, sino que también puede afectar a la cicatrización posterior del tatuaje. Además, el alcohol deshidrata el cuerpo y la piel, lo que hace que esté menos receptiva a la tinta y más propensa a irritarse. Una piel hidratada y en buen estado es fundamental para lograr un resultado limpio, uniforme y duradero. Por eso, lo más recomendable es evitar completamente el alcohol el día anterior y el mismo día de la sesión, y en su lugar, hidratarte bien y descansar. Llegar con el cuerpo en buenas condiciones ayudará a que la experiencia sea más cómoda y el tatuaje cicatrice correctamente.

Sí, es muy recomendable comer antes de tu sesión de tatuaje. Tomar una comida ligera y equilibrada unas horas antes ayuda a mantener los niveles de glucosa estables, evitando mareos, bajones de tensión o sensación de fatiga durante el procedimiento. Tatuarse implica un esfuerzo físico moderado y, en sesiones largas, puede generar un gasto de energía mayor del que parece. Lo ideal es no acudir en ayunas ni justo después de una comida muy copiosa. Una comida ligera con hidratos de carbono y algo de proteína (por ejemplo, fruta, pan, arroz o frutos secos) es suficiente para mantenerte con energía y concentración. También es recomendable hidratarte bien antes y durante la sesión, especialmente si el tatuaje va a durar varias horas. Mantener el cuerpo en buenas condiciones —alimentado, descansado e hidratado— hace que la experiencia sea más cómoda y que la piel responda mejor al trabajo del tatuador, favoreciendo una cicatrización óptima y un resultado de mayor calidad.

Sí, hidratar la piel antes de tatuarte es muy importante, ya que una piel sana y bien cuidada facilita el trabajo del tatuador y mejora la fijación del pigmento. Te recomendamos mantener la zona bien hidratada durante los días previos a la sesión, aplicando una crema ligera o loción sin perfumes ni alcohol, para que la piel esté flexible y en buen estado el día del tatuaje. Sin embargo, no uses cremas grasas ni hidratantes justo antes de la sesión, ya que pueden dejar una película sobre la piel que interfiera con la transferencia del stencil o con la penetración de la tinta. Lo ideal es venir con la piel limpia, seca y sin productos aplicados esa misma mañana. Una piel cuidada no solo mejora el resultado estético, sino que también reduce la irritación y acelera la cicatrización. Por eso, mantener una buena hidratación en los días previos es una de las mejores formas de preparar tu piel para el tatuaje.

En general, no recomendamos tomar analgésicos sin consultar previamente con un médico, ya que no todos los medicamentos son adecuados antes o durante una sesión de tatuaje. Algunos analgésicos, como el ibuprofeno, la aspirina o cualquier fármaco con efecto anticoagulante, pueden aumentar el sangrado, dificultar el trabajo del tatuador y afectar la fijación de la tinta en la piel. En cambio, el paracetamol suele considerarse una opción más segura, ya que no altera la coagulación sanguínea. Aun así, insistimos en que la decisión debe ser supervisada por un médico o farmacéutico, especialmente si estás bajo tratamiento o tienes condiciones de salud específicas. Nosotros no somos médicos y, por responsabilidad profesional, no recomendamos ni administramos medicación a los clientes. Además, conviene evitar el uso de cremas anestésicas no homologadas o de procedencia dudosa, ya que muchas no están reguladas y pueden causar reacciones alérgicas o afectar a la textura de la piel. Si estás valorando su uso, lo mejor es consultarlo con un médico o en una farmacia profesional para evitar riesgos innecesarios.

El sol y el bronceado sí afectan directamente al tatuaje y al proceso de cicatrización, por lo que es importante tomar precauciones antes de tatuarte. Recomendamos evitar la exposición solar directa en la zona del tatuaje durante al menos 1 o 2 semanas antes de la cita. La piel debe estar en su estado natural, sin quemaduras, irritaciones ni descamaciones. Nunca se debe tatuar sobre piel quemada por el sol, ya que está sensibilizada y puede reaccionar mal a la aguja o a la tinta. Si recientemente te has bronceado o tienes la piel enrojecida, lo mejor es esperar hasta que se haya recuperado completamente antes de realizar el tatuaje. Tatuar sobre una piel dañada puede provocar dolor innecesario, mala fijación del pigmento o un proceso de curación irregular, lo que puede afectar al resultado final. Además, una piel lesionada se regenera de forma distinta, lo que podría generar manchas o pequeñas imperfecciones en el diseño una vez cicatrice. En resumen, es mejor ser paciente y dejar que la piel se recupere por completo antes de tatuarte. Si tienes dudas sobre el estado de tu piel o no estás seguro de si el bronceado puede interferir, puedes enviarnos una foto o comentarlo con el manager del estudio. Te orientaremos para que el tatuaje se realice en las mejores condiciones posibles, garantizando una cicatrización limpia y un resultado perfecto.

En Drop recomendamos lavar el tatuaje con mucho cuidado, utilizando siempre agua templada y jabón neutro sin perfumes ni alcohol. Es fundamental mantener una correcta higiene desde el primer momento, ya que el tatuaje es una herida abierta y necesita condiciones limpias para cicatrizar correctamente. El primer lavado debe realizarse unas 3 o 4 horas después de finalizar la sesión, o bien cuando el tatuador te indique retirar el film protector que cubre el tatuaje. En ese primer lavado, no frotes ni utilices esponjas o toallas ásperas; simplemente deja correr el agua sobre la piel, aplica el jabón con la mano y aclara suavemente. Después, seca el área con una toalla limpia de algodón o papel absorbente mediante ligeros toques, sin arrastrar. Durante los primeros días, recomendamos lavar el tatuaje entre dos y tres veces al día, siempre con las manos limpias y asegurándote de eliminar cualquier resto de sangre, tinta o linfa que pueda acumularse. Este proceso ayuda a prevenir infecciones y a mantener la piel en condiciones óptimas para cicatrizar. Nunca utilices jabones antibacterianos, geles perfumados ni productos cosméticos comunes, ya que sus componentes químicos pueden irritar la piel y afectar al pigmento del tatuaje. Una vez que el tatuaje esté limpio y seco, podrás aplicar una fina capa de Bayer Bepanthol, la crema que recomendamos en Drop por sus propiedades regeneradoras y su eficacia demostrada en la curación del tatuaje. A medida que pasen los días, notarás que la piel comienza a descamarse o formar pequeñas costras, lo cual es completamente normal. En esta fase debes seguir lavando el tatuaje con suavidad, sin arrancar las costras ni rascar la zona. Mantén la rutina de limpieza durante al menos los primeros 10 a 15 días, que es el periodo habitual de curación inicial. Recuerda que un tatuaje bien lavado y correctamente hidratado no solo cicatriza mejor, sino que también mantiene los colores más vivos y definidos con el paso del tiempo. En caso de duda, siempre puedes contactar con Drop para que revisemos el proceso y te orientemos personalmente sobre los cuidados específicos según tu tipo de piel y el tamaño del tatuaje.

Si hemos aplicado un film protector tipo segunda piel (como Dermalize o similar), debes dejarlo entre 24 y 48 horas. Este material permite que la piel respire mientras protege el tatuaje de bacterias y roces durante las primeras fases de cicatrización. Si hemos usado un film plástico tradicional, deberás retirarlo tras unas 2 o 3 horas, lavar la zona con agua templada y jabón neutro, y dejar que la piel respire antes de aplicar la crema recomendada. En cualquier caso, no prolongues el uso del film más de lo indicado, ya que podría acumular humedad o bacterias y afectar al proceso de curación. Ante cualquier duda o reacción poco habitual, consúltanos directamente: cada piel reacciona de forma diferente, y te orientaremos según tu caso.

En Drop recomendamos utilizar la crema Bayer Bepanthol, ya que es la más reconocida y utilizada históricamente en el cuidado del tatuaje recién hecho. Esta pomada ha demostrado durante décadas ofrecer los mejores resultados gracias a su fórmula regeneradora, que mantiene la piel hidratada y favorece una cicatrización óptima sin alterar el pigmento del tatuaje. Además, Drop colabora oficialmente con la marca Bepanthol, lo que garantiza que solo recomendamos productos testados, seguros y de confianza profesional. Es importante entender que un tatuaje es una herida controlada que necesita cuidados específicos, y utilizar una crema adecuada es esencial para proteger la piel y preservar la intensidad del color. La aplicación de la crema debe hacerse siempre con las manos limpias y en pequeñas cantidades. Recomendamos aplicar una capa fina de Bepanthol entre 3 y 5 veces al día, dependiendo del tipo de piel y del nivel de sequedad que notes en la zona. Es fundamental no saturar el tatuaje con exceso de crema, ya que esto puede obstruir los poros e impedir que la piel respire correctamente. La crema debe aplicarse durante los primeros 10 a 15 días, que es cuando el proceso de cicatrización es más activo. Después de ese tiempo, si la piel ya no presenta costras ni descamación, se puede pasar a una crema hidratante neutra de mantenimiento. Desaconsejamos totalmente el uso de cremas sin procedencia profesional o “de estrangis”, es decir, aquellas que no estén formuladas ni testadas para el cuidado de la piel tatuada. Productos cosméticos genéricos, vaselinas, cremas con fragancias o antibióticos sin prescripción pueden alterar los pigmentos, provocar irritaciones o incluso infecciones. En Drop creemos que la diferencia entre un tatuaje bien curado y uno que pierde color con el tiempo suele estar precisamente en el cuidado posterior. Por eso insistimos en emplear siempre productos de calidad profesional, como Bayer Bepanthol, y en mantener una rutina constante de higiene, hidratación y observación durante todo el proceso de curación.

Después de tatuarte, es importante evitar el deporte intenso durante al menos 3 a 5 días, ya que el sudor, la fricción y el movimiento excesivo pueden interferir en el proceso de cicatrización. Durante esos primeros días, la piel todavía está abierta y sensible, y el sudor puede irritarla o facilitar la entrada de bacterias, aumentando el riesgo de infección. Además, la fricción de la ropa deportiva o el contacto constante con superficies puede dañar la capa superficial del tatuaje y afectar al resultado final. También debes evitar nadar en piscinas, playas o jacuzzis, así como no utilizar saunas o baños de vapor hasta que el tatuaje haya cicatrizado completamente. El contacto prolongado con el agua o el vapor puede ablandar la piel y afectar al pigmento, además de exponer el tatuaje a microorganismos que podrían causar infecciones. Una vez pasados los primeros días y cuando el tatuaje esté en una fase más avanzada de curación (normalmente después de dos semanas), podrás retomar tu rutina deportiva con normalidad. Aun así, si notas irritación o molestias, lo ideal es esperar un poco más y mantener la zona limpia, seca e hidratada. Cuidar bien esos primeros días marcará la diferencia en la calidad del color y la definición del tatuaje a largo plazo.

No, no debes ir a la playa ni a la piscina mientras el tatuaje esté en proceso de curación, que suele durar entre 2 y 3 semanas. Durante este tiempo, la piel aún está cicatrizando y es muy sensible a la humedad, al sol y a los microorganismos presentes en el agua. Sumergir el tatuaje en agua (mar, piscina, jacuzzi o bañera) puede provocar infecciones, irritaciones o incluso alterar la fijación del pigmento, afectando al resultado final del tatuaje. También es importante evitar la exposición directa al sol durante este periodo. Los rayos UV pueden dañar la piel recién tatuada, causar inflamación y hacer que los colores pierdan intensidad o se degraden prematuramente. Una vez que el tatuaje esté completamente curado —sin costras, irritación ni descamación— podrás volver a disfrutar del sol, la playa o la piscina, siempre utilizando protector solar de alta protección (SPF 50 o superior) y manteniendo la piel bien hidratada. Cuidar el tatuaje durante las primeras semanas es clave para conservar su color y definición a largo plazo.

En Drop recomendamos evitar la exposición directa al sol durante todo el proceso de curación del tatuaje, ya que la piel aún está regenerándose y los rayos ultravioleta pueden dañar tanto la piel como los pigmentos recién asentados. Tomar el sol con el tatuaje reciente puede provocar irritación, inflamación o pérdida de color, e incluso alterar la definición del diseño. Por ese motivo, es fundamental no tomar el sol ni acudir a cabinas de rayos UVA hasta que el tatuaje esté completamente curado, lo que suele ocurrir tras unas 3 o 4 semanas, dependiendo de la piel y del tamaño del tatuaje. Una vez el tatuaje esté totalmente cicatrizado, no hay problema en tomar el sol, siempre que se mantenga una rutina de hidratación constante y protección adecuada. La exposición solar prolongada es uno de los factores que más afecta al color con el paso del tiempo, por lo que es recomendable aplicar protector solar de amplio espectro (SPF 50 o superior) cada vez que el tatuaje vaya a estar expuesto. Actualmente existen incluso cremas solares específicas para tatuajes, formuladas para proteger la piel y mantener los colores vivos, evitando la degradación del pigmento y manteniendo el brillo y la definición del diseño. Además, en Drop recomendamos mantener el tatuaje bien hidratado de forma habitual, incluso fuera de los meses de verano. Una piel sana, flexible e hidratada ayuda a conservar mejor el aspecto del tatuaje a largo plazo. En resumen: evita el sol hasta que haya cicatrizado por completo, y después, protégelo siempre que te expongas, especialmente si el tatuaje está en zonas visibles como brazos, piernas o cuello. De esta manera, el color y la calidad del trabajo se mantendrán intactos durante muchos años.

Trabajamos exclusivamente con tintas certificadas y proveedores reconocidos a nivel internacional, garantizando siempre la máxima calidad y seguridad en cada tatuaje. En nuestro estudio utilizamos la marca Electric Ink, una de las referencias más valoradas dentro del sector profesional del tatuaje por su consistencia, estabilidad del color y fiabilidad sanitaria. Las tintas Electric Ink están homologadas en España y en toda la Unión Europea, cumpliendo con los estándares de seguridad exigidos para su uso en piel humana. Además, sus pigmentos están totalmente adaptados a la normativa REACH, la regulación europea que controla el registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas. Esto significa que cada componente ha sido evaluado y aprobado para garantizar que no representa riesgos para la salud ni para el medio ambiente. Nuestro compromiso es trabajar únicamente con materiales y tintas de calidad comprobada, adquiridos a través de distribuidores oficiales, evitando productos sin trazabilidad o de procedencia dudosa. Gracias a ello, podemos asegurar colores intensos, duraderos y seguros, manteniendo siempre la transparencia y la confianza que caracterizan nuestro trabajo profesional.

Sí, todo el material que entra en contacto con la piel del cliente es completamente desechable y de un solo uso. Esto incluye agujas, puntas, grips, cartuchos y guantes, que vienen esterilizados de fábrica y envasados individualmente. Cada elemento se abre delante del cliente justo antes de comenzar la sesión, para garantizar total transparencia y seguridad. Una vez utilizado, todo el material se desecha inmediatamente en contenedores homologados para residuos biológicos, siguiendo los protocolos sanitarios establecidos. Este procedimiento asegura que no exista ningún riesgo de contaminación cruzada y que cada tatuaje se realice en condiciones higiénicas óptimas. Es un estándar básico de nuestro trabajo y una parte esencial de los protocolos de seguridad y salud del estudio.

Sí, existen opciones veganas para tatuajes, y en muchos casos se pueden adaptar fácilmente a las preferencias del cliente. La diferencia principal suele estar en las tintas, ya que algunas marcas tradicionales contienen componentes derivados de materiales animales, como glicerinas o pigmentos de origen animal. Por otro lado, hay marcas que fabrican tintas 100 % veganas, formuladas con ingredientes de base vegetal y sin realizar pruebas en animales. En el estudio, recomendamos hablarlo específicamente con el manager y el tatuador antes de la sesión, para poder seleccionar la tinta más adecuada. De este modo, se verifica qué marcas y gamas disponibles cumplen con los estándares veganos y se garantiza que todo el proceso —desde la tinta hasta los productos de limpieza y cuidado— sea coherente con tus valores. Es importante recordar que, aunque la mayoría de las tintas modernas están basadas en carbono y libres de ingredientes animales, no todas las gamas lo son. Por eso preferimos confirmar cada caso de manera individual. Nuestro equipo te asesorará para encontrar una opción vegana certificada, segura y con resultados de alta calidad, sin comprometer el color ni la durabilidad del tatuaje.

Sí, todos los materiales y tintas que utilizamos cumplen con la normativa REACH, así como con las regulaciones europeas y españolas vigentes en materia de seguridad y salud. La normativa REACH (Registration, Evaluation, Authorisation and Restriction of Chemicals) garantiza que todas las sustancias químicas empleadas —especialmente los pigmentos de las tintas— han sido evaluadas y aprobadas para su uso seguro en piel humana. Esto significa que las tintas, productos de limpieza, cremas y desinfectantes que utilizamos en el estudio son conformes con los estándares de calidad y trazabilidad exigidos por la Unión Europea. Además, solo trabajamos con proveedores oficiales y marcas homologadas, que certifican el cumplimiento de estas normativas mediante documentación técnica y controles de calidad continuos. Cumplir con REACH no solo es una obligación legal, sino también un compromiso ético con la seguridad y la salud de nuestros clientes. Por eso, garantizamos que todo el material empleado en el estudio es seguro, autorizado y verificado, ofreciendo la máxima confianza en cada tatuaje.

Todos los productos y materiales utilizados en el estudio provienen de proveedores oficiales y de total confianza, seleccionados por su trazabilidad, control de calidad y cumplimiento normativo internacional. Trabajamos únicamente con marcas reconocidas y homologadas, lo que garantiza la seguridad, estabilidad y durabilidad de cada producto que utilizamos. En concreto, colaboramos con Bayer, fabricante de la crema Bepanthol, recomendada por sus excelentes propiedades regeneradoras y su eficacia demostrada en la curación de la piel tatuada, y con Electric Ink, una de las marcas de tintas profesionales más respetadas del sector, cuyas formulaciones cumplen con la normativa REACH y están aprobadas para su uso en toda la Unión Europea. Gracias a esta selección cuidadosa de proveedores, podemos asegurar que cada elemento del proceso —desde las tintas hasta los productos de cuidado posterior— cuenta con certificaciones oficiales y origen verificado. Nuestra prioridad es trabajar siempre con materiales de primera calidad, que garanticen resultados seguros, estables y duraderos.

Todos los productos, tintas y materiales utilizados en el estudio se almacenan siguiendo las especificaciones exactas del fabricante, tanto en lo que respecta a temperatura, humedad y condiciones de conservación. Disponemos de un sistema de control de caducidad que nos permite comprobar regularmente las fechas de vencimiento de cada lote y retirar inmediatamente cualquier producto que haya superado su periodo de uso seguro. Este control se aplica a tintas, agujas, envases de desinfección, guantes y materiales de curado, garantizando que cada elemento esté en condiciones óptimas antes de ser utilizado. Solo utilizamos productos homologados y certificados, adquiridos a través de distribuidores oficiales del sector del tatuaje. Esto significa que todos los materiales cumplen con la normativa sanitaria europea y cuentan con los registros correspondientes. Cada tinta y cada artículo desechable se abre y prepara frente al cliente, asegurando transparencia y total trazabilidad del proceso. No somos un estudio improvisado ni no profesional: cuidamos de verdad los productos que usamos y, sobre todo, a nuestros clientes. Sabemos que el resultado final de un tatuaje depende tanto de la técnica del artista como de la calidad y conservación del material empleado. Por eso mantenemos un control exhaustivo de nuestro inventario y trabajamos únicamente con materiales seguros, recientes y en perfectas condiciones, garantizando la mejor calidad posible en cada sesión.

El dolor durante un tatuaje es una sensación muy variable, depende tanto de la zona del cuerpo como de la tolerancia personal de cada cliente. En general, la mayoría de las personas coinciden en que no duele tanto como esperaban. Los primeros minutos suelen ser los más sensibles, pero después de ese tiempo el cuerpo se adapta y la sensación se vuelve más llevadera, parecida a un calambre suave o una molestia constante, pero soportable. Los tatuajes de línea fina son los que menos duelen, ya que la aguja trabaja con menor profundidad y durante menos tiempo sobre la piel. En sesiones más largas o con sombreado intenso, puede notarse algo más de sensibilidad, pero siempre se hacen pausas breves para hidratarse y relajarse si es necesario. Hasta ahora, no hemos tenido casos de clientes que no pudieran soportar el dolor o que tuvieran que interrumpir la sesión por ese motivo. Con una buena respiración, una postura cómoda y un tatuador experimentado, la experiencia suele ser mucho más tranquila de lo que la mayoría imagina.

En Drop no recomendamos el uso de cremas anestésicas antes de realizar un tatuaje. Este tipo de productos, aunque pueden reducir temporalmente la sensibilidad de la piel, no forman parte del protocolo profesional estándar y su utilización corre únicamente bajo la responsabilidad del cliente. Nuestros tatuadores no aplican ni facilitan cremas anestésicas, y Drop no se hace responsable de los efectos adversos o complicaciones que puedan derivarse de su uso, ya que no se trata de productos regulados específicamente para la práctica del tatuaje. Es importante entender que los tatuadores no son médicos, y por tanto no pueden recomendar ni administrar medicamentos. La mayoría de las cremas anestésicas eficaces contienen lidocaína u otros compuestos que requieren prescripción médica, y su aplicación inadecuada puede provocar reacciones alérgicas, inflamación o incluso alterar la textura de la piel, dificultando el trabajo del tatuador. Además, en algunos casos, estas cremas pueden afectar a la absorción del pigmento, generando resultados irregulares o pérdida de color durante el proceso de curación. Si deseas valorar el uso de una crema anestésica, recomendamos consultar previamente con un médico o farmacéutico profesional. Ellos podrán orientarte sobre los productos más seguros y sobre la forma correcta de aplicarlos en caso de que decidas hacerlo. En cualquier circunstancia, evita las cremas de venta por internet o sin procedencia acreditada, ya que muchas no cumplen con los controles sanitarios necesarios y pueden poner en riesgo tu salud. En Drop, priorizamos siempre la seguridad, la calidad del tatuaje y la experiencia del cliente, por eso preferimos trabajar sobre una piel en condiciones naturales, garantizando un resultado óptimo y sin riesgos añadidos.

El nivel de dolor durante un tatuaje depende mucho de la persona, pero también de la zona del cuerpo donde se realice. En general, las áreas con piel más fina, menos grasa o más cercanas al hueso tienden a ser más sensibles. Entre las zonas que suelen doler más se encuentran las costillas, los tobillos, los pies, las muñecas, el cuello y la parte interna del brazo o del muslo. En esas áreas, la aguja trabaja muy cerca del hueso o sobre terminaciones nerviosas más concentradas, lo que puede generar una sensación más intensa. Por el contrario, las zonas con mayor músculo o grasa, como los brazos, los muslos o la parte superior del hombro, suelen ser más tolerables y permiten sesiones más largas sin demasiada molestia. Aun así, la percepción del dolor es subjetiva: algunas personas apenas notan incomodidad, mientras que otras pueden sentir más sensibilidad según su estado físico o emocional del día. Lo más importante es mantener una respiración tranquila, venir bien descansado y alimentado, y confiar en el tatuador. Los artistas están acostumbrados a adaptar el ritmo y hacer pausas si es necesario, para que la experiencia sea lo más cómoda posible.

Sí, puedes traer tu propia crema para el cuidado del tatuaje, aunque siempre recomendamos consultar previamente los ingredientes para asegurarnos de que sea compatible con el proceso de cicatrización. Algunas cremas cosméticas o hidratantes comunes contienen perfumes, alcoholes o aceites minerales que pueden irritar la piel recién tatuada o alterar el pigmento. Por eso, es importante verificar que la fórmula sea neutra, sin fragancias y adecuada para pieles sensibles. En el estudio recomendamos la crema Bayer Bepanthol, ya que es históricamente la más segura, reconocida y eficaz para la regeneración de la piel tatuada. Se puede encontrar fácilmente en farmacias y establecimientos autorizados, y su uso ha demostrado excelentes resultados durante décadas. Sin embargo, entendemos que cada persona tiene preferencias o necesidades específicas, por lo que puedes usar la crema que consideres más adecuada, siempre que no interfiera con la correcta cicatrización. Además, en el estudio a veces disponemos de cremas o muestras gratuitas, que ofrecemos a los clientes en caso de tener existencias. Si decides traer tu propia crema, coméntalo con el tatuador o el manager antes de la sesión: podremos revisar la composición juntos y asegurarnos de que tu elección sea segura y efectiva para el cuidado del tatuaje.

Como en cualquier procedimiento que implique la piel, existen algunos riesgos y contraindicaciones que es importante conocer antes de tatuarse. En general, las reacciones adversas son poco frecuentes cuando se trabaja en condiciones higiénicas y con materiales homologados, pero ciertos factores pueden aumentar el riesgo o impedir temporalmente la realización del tatuaje. Las alergias a pigmentos, metales o componentes de las tintas son una de las principales contraindicaciones. Si tienes antecedentes de alergias cutáneas o hipersensibilidad a cosméticos o medicamentos, es recomendable consultar con un dermatólogo antes de tatuarte. También es importante no tatuar sobre piel irritada, quemada, con heridas abiertas o en tratamiento médico, ya que estas condiciones pueden provocar inflamación, mala cicatrización o una fijación irregular del color. En personas con enfermedades de la piel (como psoriasis, dermatitis o infecciones activas), el tatuaje debe posponerse hasta que la piel esté en condiciones normales. En algunos casos, como con problemas de coagulación, diabetes o tratamientos inmunosupresores, es fundamental informar al tatuador y consultar previamente con un médico, para garantizar que el procedimiento sea seguro. En el estudio trabajamos siempre con criterios profesionales: si detectamos alguna posible contraindicación, preferimos esperar o derivar al cliente a un especialista antes de tatuar. La seguridad y la salud de la piel son la base de un buen resultado.

Sí, si estás embarazada, en periodo de lactancia, bajo tratamiento médico o padeces alguna patología, es fundamental consultar primero con tu médico antes de realizarte un tatuaje. Aunque el procedimiento sea seguro en condiciones normales, ciertas situaciones de salud pueden aumentar los riesgos de infección, complicar la cicatrización o interferir con la medicación que estés tomando. Por ejemplo, personas con problemas de coagulación, diabetes, inmunodepresión o enfermedades dermatológicas deben contar con una valoración médica previa. Lo mismo ocurre si estás tomando antibióticos, anticoagulantes o corticoides, ya que pueden afectar la respuesta del cuerpo durante y después del tatuaje. En caso de embarazo o lactancia, lo más prudente es posponer el tatuaje hasta después de ese periodo, por seguridad tanto para ti como para el bebé. Si tienes cualquier duda sobre tu situación médica, el tatuador o el manager te orientarán, pero la decisión final debe venir del médico, que es quien puede evaluar tu caso con garantías. La prioridad siempre será tu salud y tu bienestar.

Solo tatuamos a menores de edad con la autorización y la presencia de su tutor legal, tal como exige la normativa local vigente. Antes de realizar el tatuaje, el tutor deberá firmar un consentimiento informado en el que se especifica que comprende el procedimiento, los cuidados posteriores y los posibles riesgos. Sin esta firma y sin la presencia del tutor, no se podrá realizar el tatuaje bajo ningún concepto. El consentimiento se gestiona a través de nuestro sistema interno de control y archivo de documentación, donde se guarda de forma segura junto al registro de la cita y del tatuador responsable. Este proceso garantiza el cumplimiento estricto de las obligaciones legales y protege tanto al cliente como al equipo profesional. En resumen, no está permitido tatuar a menores sin autorización, y en todos los casos es imprescindible que el tutor esté presente durante el proceso de firma. Cumplimos esta norma sin excepciones, priorizando siempre la seguridad, la legalidad y la responsabilidad profesional.

Para poder realizar un tatuaje a un menor de edad se requiere documentación oficial que acredite tanto su identidad como la de su tutor legal, junto con el consentimiento correspondiente. En concreto, será necesario presentar: DNI o pasaporte del menor. DNI o pasaporte del tutor legal. Formulario de autorización firmado por el tutor, que se completa en el estudio antes de la sesión. Este formulario detalla el procedimiento, los posibles riesgos y los cuidados posteriores, y debe ser firmado en presencia del personal del estudio para que tenga validez legal. Sin esta documentación, no se puede realizar el tatuaje bajo ningún concepto, ya que forma parte de las obligaciones legales establecidas por la normativa sanitaria. El objetivo de este proceso es garantizar la seguridad y la transparencia, asegurando que tanto el menor como su tutor comprenden perfectamente el procedimiento y dan su consentimiento de manera informada.

Somos un estudio de tatuajes totalmente regulado por el Gobierno de España y cumplimos toda la normativa sanitaria y legal aplicable en materia de tatuaje y micropigmentación. Esto incluye el cumplimiento estricto de las normas sobre tatuajes en menores, que exigen la autorización y presencia del tutor legal, así como la firma del consentimiento informado correspondiente. Además, trabajamos exclusivamente con tintas homologadas y certificadas conforme a la normativa europea REACH, garantizando su seguridad y trazabilidad. Contamos con seguros de responsabilidad civil vigentes, que protegen tanto al cliente como al equipo, y nuestras instalaciones son inspeccionadas y aprobadas por las autoridades sanitarias competentes. Cada sesión se realiza en un entorno limpio, desinfectado y preparado según los protocolos higiénico-sanitarios oficiales, utilizando material estéril y de un solo uso. En resumen, operamos bajo un marco legal completo y transparente, ofreciendo un servicio seguro, profesional y conforme a los estándares exigidos por la legislación española y europea.

En Drop cumplimos estrictamente con la normativa legal vigente, por lo que si eres menor de edad, tu tutor o representante legal deberá venir contigo al estudio para firmar el consentimiento informado antes de realizarte cualquier tatuaje. Este documento es obligatorio y garantiza que el tutor comprende y autoriza el procedimiento, confirmando que asume la responsabilidad correspondiente. Sin esta firma, no podemos realizar el tatuaje bajo ninguna circunstancia, ya que sería una infracción legal y ética. Nuestro estudio cuenta con un sistema de gestión de consentimientos muy riguroso, diseñado para proteger tanto al cliente como al equipo de tatuadores. Todos los consentimientos se registran, almacenan de forma segura y quedan vinculados a la cita y al artista correspondiente. Antes de empezar cualquier sesión, el tatuador está obligado a comprobar que el formulario está completo y correctamente firmado. Este protocolo forma parte de nuestras normas internas y se aplica sin excepciones. En Drop no permitimos que ninguno de nuestros tatuadores trabaje con menores de edad sin la autorización escrita de su tutor. La integridad legal y profesional es parte esencial de nuestra filosofía de trabajo, y creemos que el respeto por estas normas también demuestra respeto por el cliente y por la profesión. Si eres menor y deseas tatuarte, simplemente pide cita junto a tu tutor; en el estudio te explicaremos todo el proceso y resolveremos cualquier duda antes de proceder.

Sí, existen ciertas limitaciones tanto en el tipo de diseño como en las zonas del cuerpo que tatuamos, especialmente cuando se trata de menores de edad o de propuestas que no cumplen criterios éticos o legales. No realizamos tatuajes con contenido violento, discriminatorio, ofensivo o sexualmente explícito, ni diseños que puedan ir en contra de la normativa o de los valores profesionales del estudio. En cuanto a las zonas del cuerpo, evitamos tatuar áreas especialmente delicadas o íntimas en menores de edad, así como cualquier zona donde el tatuaje pueda implicar riesgos para la piel o la salud del cliente. Cada tatuador se reserva el derecho de rechazar un diseño o una ubicación si considera que no es apropiado o que puede generar complicaciones estéticas o médicas. El objetivo es mantener un entorno de respeto, profesionalidad y seguridad, tanto para los clientes como para el equipo. Por eso, si tienes dudas sobre una zona o un diseño específico, lo mejor es consultarlo previamente con el manager o el tatuador, que te orientarán sobre las opciones más adecuadas según tu edad, tu piel y el tipo de tatuaje que desees realizar.

Sí, en toda España los menores de edad deben presentar el consentimiento informado firmado por su tutor legal para poder tatuarse. Esta exigencia se aplica en todas las comunidades autónomas y municipios, aunque pueden existir pequeñas variaciones administrativas según la normativa local de cada zona. El requisito principal —la autorización escrita y la presencia del tutor— es común a todo el territorio nacional, ya que forma parte de las normas sanitarias y de protección al menor establecidas por la legislación española. Al hacer tu reserva, te informaremos de las condiciones específicas que aplican en nuestra comunidad, pero en todos los casos es obligatorio cumplir con la presentación del consentimiento informado antes de realizar el tatuaje. Es una medida legal y de seguridad que protege tanto al menor como al profesional.